Gas Natural: conexiones para un cambio
Durante la pandemia, el Gas Natural continúa llegando a nuevos emprendimientos y apoyando proyectos de ayuda social.
La Beneficencia de Lima no recibe dinero del Estado, debe gestionar sus propios recursos, con acuerdos y donaciones. Solo en la cocina de Casa de Todos se preparan a diario más de 350 raciones de comida, por lo que cualquier ahorro que se pueda conseguir es importante. Una de las empresas que se sumó al apoyo fue Cálidda, que se encarga de la conexión a Gas Natural del nuevo espacio permanente de 4 mil metros cuadrados que tendrá Casa de Todos en la urbanización Palomino, en el Cercado de Lima.

Guillermo Ackermann, presidente de la Beneficencia de Lima, cuenta que por este albergue, que tiene capacidad para 120 personas, han rotado unas 180. Más de 20 personas se reencontraron con su familia, mientras que otros recibieron ayuda para volver a sus hogares en provincia. “Se les ha dado una segunda oportunidad en la vida, para muchos ha sido un renacer”, comenta. Varios llevaban más de una década sin dormir sobre un colchón, y durante su estancia han recibido atención médica las 24 horas, alimentación y la posibilidad de darse una ducha diaria.
“A las dos o tres semanas de comenzar surgió la pregunta de qué va a pasar después”, recuerda Ackermann. Por eso vino la decisión de implementar un albergue permanente donde se buscará la reinserción social. Las personas podrán quedarse de 12 a 18 meses y serán asistidos para encontrar la forma de que, al salir, no vuelvan a las calles. Unos 60 especialistas han realizado una labor casi personalizada para conocer y escuchar a todos. “La capacidad de atención seguirá siendo de 120 personas, porque no se trata de la cantidad, sino de una cifra que sea manejable”, explica Ackermann.
Se espera que en octubre la sede de Palomino de Cada de Todos ya esté funcionando. Con el Gas Natural se mantendrá como un espacio ecoamigable, y además del agua caliente para las duchas se contará con una cocina moderna en la que, por su capacidad, se podrá preparar también comida para otros albergues de la Beneficencia.
El Gas Natural ha sido clave para alimentar a muchas personas en proyectos sociales. Desde el 2010, Cálidda se ha encargado de conectar gratuitamente a Gas Natural a más de 800 comedores populares en Lima y Callao. “Gracias al ahorro obtenido, la calidad de los menús y la infraestructura de los comedores ha mejorado notablemente”, cuenta Luciana Caravedo, directora de Sostenibilidad y Comunicaciones de Cálidda.
Mediante su programa Energías Solidarias, Cálidda ha brindado el mismo servicio gratuito de conexión a Gas Natural a muchas organizaciones, con el propósito de seguir generando progreso y calidad de vida en la comunidad. El contexto de la pandemia dio la oportunidad de revisar estrategias, pero no se detuvo la generación de impactos positivos.

Este albergue, ubicado en Villa María del Triunfo, recibe a más de 260 personas —entre ellos niños y niñas, adultos mayores y personas postradas en cama— en situación de extrema pobreza. Hace cinco años recibió de Cálidda la instalación gratuita de Gas Natural, y hoy tiene cuatro suministros. El hogar, que se mantiene con donaciones y trabajo voluntario, ocupa toda una manzana y está dividido por secciones, según la edad o la condición médicas de sus ocupantes.


El Gas Natural también mueve a los emprendedores. En los últimos años, Cálidda ha conectado con mayor rapidez a centros comerciales, restaurantes y otros locales que con este combustible pueden llegar a tener ahorros en energía del 60%. Uno de esos centros comerciales es Mall Plaza Bellavista, en el Callao, que cuenta con un espacio gastronómico recientemente estrenado: Mercado La Colonial. En este espacio funcionan 23 locales conectados a Gas Natural. Es la primera zona del mall que cuenta con este servicio.
Uno de esos locales es El Pichito, un tradicional restaurante de comida amazónica que hoy se adapta a una nueva etapa. El Pichito surgió de una crisis económica: la de comienzos de los noventas. Fernando Arévalo y su esposa se quedaron sin trabajo y alquilaron un pequeño local para vender sánguches y jugos. Ambos eran de Iquitos, así que decidieron vender también la comida de su tierra. Por entonces era mínima la oferta de restaurantes de comida de la selva en Lima y fueron ganando clientes. Tomaron un local más grande en Breña y allí El Pichito se volvió un punto de encuentro para quien quería comer juanes, tacacho con cecina y arroz chaufa amazónico.
Han pasado 28 años del inicio y ya con tres restaurantes —en Breña, La Molina y Lince—, Arévalo pensó que era momento de presentar una propuesta renovada. Por eso, en Mercado La Colonial tendrá una carta más corta y, además de los platos tradicionales, venderá enrollados con cecina y choripatacones (chorizo amazónico con plátano).
Pero no es el único cambio para su negocio. “Es la primera vez que voy a trabajar con Gas Natural”, dice Arévalo. “El ahorro es el principal beneficio”. El Pichito nació en una crisis y ahora, en otra crisis, producto de la pandemia, ha podido mantenerse y reactivarse. Arévalo está convencido de que tiene que seguir haciendo ajustes y por eso su local principal, en Breña, también tendrá Gas Natural este año.

El de Mercado La Colonial es el primer local de Lima Fries. Raid Merino y dos socios, todos administradores, comenzaron hace cuatro años a vender en un food truck que llevaban por parques y ferias. Al tomar este nuevo espacio en Bellavista, decidieron transformar su carta con nuevas recetas.
Merino destaca que Lima Fries no vende solo papas con otras carnes fritas agregadas, que es como se ha popularizado este negocio en la ciudad, sino que las sirve con un guiso caliente —una preparación similar al ‘poutine’ típico de Canadá— que puede ser de lomo saltado, bacon y cheese, pizza o chicharrón de chancho. A esta carta le suma nuggets servidos en conos de waffle, salchipapas y alitas, y los clientes pueden elegir entre doce cremas artesanales para acompañar la comida.
Gerardo Bedoya, administrador de MallPlaza Bellavista, dice que el Gas Natural no se quedará en Mercado La Colonial, sino que pronto llegará a los locales del patio de comidas de fast foods y luego a la zona de restaurantes. “Desean hacer el cambio inmediato, en especial las pollerías, que hoy tienen un alto consumo de GLP”. Y se está evaluando que el siguiente turno de conexión sea para los dos gimnasios que tiene el mall. Aquí, el Gas Natural ha llegado para multiplicarse.

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