Clima laboral: ¿qué es y cómo impacta en la productividad de una organización?

REDACCIÓN CONTENTLAB

Un ambiente laboral negativo es razón suficiente para que un profesional decida renunciar a su empleo. Así lo revela una encuesta realizada en el 2021 por la Consultora Dench, la cual arrojó que el 24% de trabajadores peruanos estaría dispuesto a dejar su centro de labores por el mal clima y cultura que allí vive. 

A pesar de que en ocasiones se pasa por alto, el clima laboral es un factor que influye directamente en la cotidianeidad y en las operaciones de una empresa. Según la Fundación Romero, un entorno laboral positivo permite que una organización aumente su productividad y tenga trabajadores eficientes, leales y felices. En ese sentido, Angie Álvarez, directora de la Maestría en Gestión Estratégica del Talento de Centrum PUCP, afirma que, en la búsqueda de un ambiente de trabajo feliz, el líder debe invertir tiempo de calidad en conocer genuinamente a sus trabajadores. 

“Desde conocer cuestiones tan simples como qué le gusta hacer, cuáles son sus intereses, sus hobbies, sus expectativas, hasta temas más complejos que van más allá del trabajo como la salud mental. Lo importante es que el líder, a través de la empatía, se muestre asequible y genere un entorno de confianza para que el colaborador pueda conversar con él libremente y que no sienta, por el contrario, que va a ser juzgado”, explica.

EL PAPEL DEL LÍDER
En línea con lo que plantea Álvarez, Eduardo Freyre, consultor senior de Great Place to Work Perú, considera que el mayor peso en la gestión del clima laboral recae en el liderazgo. “Cuando una organización ofrece un buen clima laboral a sus trabajadores, puede experimentar un incremento del 30% en su desempeño organizacional”, afirma. No obstante, aclara que, si no se genera confianza en las personas, ese 30% adicional no va a ser factible. 

El especialista sostiene que el líder debe tener claro cómo ejerce su liderazgo dentro de un área o departamento de la empresa. Ese ejercicio de autoanálisis debe considerar un aspecto clave como la comunicación y qué impacto genera en sus colaboradores. “Si yo, en mi papel de líder, doy feedback a un colaborador o hablo con él sobre su desempeño, ¿le dejo en claro que ambos ganamos o soy ese tipo de líder transaccional que solo asigna tareas y no se pregunta si el trabajador busca algo más que un sueldo?”, reflexiona Freyre. 

A su criterio, el profesional que ocupa un puesto en una organización no solo se mueve por el salario: también lo motivan sus anhelos de visibilidad, reconocimiento y sentido de pertenencia. Todo ello está ligado a un componente emocional que muchas veces es obviado por las compañías. 

Por ende, los líderes en las organizaciones afrontan el desafío de maximizar el potencial de cada colaborador que tienen en sus equipos, entendiendo que cada perfil es distinto y que es necesario añadirle valor más allá de ofrecerle beneficios o recompensas.

CONEXIÓN EMOCIONAL
Entablar una conexión emocional con el colaborador implica conocer cuáles son sus expectativas y necesidades. Para Angie Álvarez, este paso es importante porque demuestra involucramiento, compromiso por parte del líder y refuerza la confianza entre ambas partes, lo cual, a su vez, es síntoma de una relación saludable entre jefe y subordinado, y repercute en un clima laboral positivo. 

La ejecutiva asegura que la comunicación clara, constante y transparente por parte del líder hacia sus colaboradores es otro elemento innegociable. “Las noticias buenas y las malas deben decirse de manera directa para evitar teléfonos malogrados que generen incertidumbre y, por ende, un clima tenso”, refiere.

Para Freyre, todo se resume en una frase: “el clima laboral es una reacción a la cultura de la empresa, a lo que genera de forma real”.

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