los ceo

que marcan la ruta de APEC

El puerto de Chancay:

la gran promesa comercial y económica para el Perú

El megapuerto nos posiciona estratégicamente en la ruta del comercio Asia-Pacífico. Junto con las grandes oportunidades que genera, Chancay también nos plantea importantes desafíos.

REDACCIÓN CONTENTLAB
5 de noviembre, 2024

El Terminal Portuario Multipropósito de Chancay que se inaugura este 14 de noviembre en medio de la cumbre de líderes APEC, ha provocado grandes expectativas, no solo por su magnitud como obra de ingeniería, sino por las potencialidades económicas y comerciales que trae consigo al convertirse en un lugar estratégico para el comercio asiático con el Perú.

Esto se debe a que la compañía naviera china COSCO SHIPPING Ports Limited, que tiene 60% de las acciones del puerto, es parte de la Ocean Alliance, la red de transporte marítimo operativa más grande del mundo. Esta alianza es parte del ambicioso plan chino llamado la “Iniciativa de la Franja y la Ruta” -BRI, por sus siglas en inglés-, que busca rectivar y expandir las rutas comerciales históricas de China con el mundo.

El interés de China por Chancay se debe a su ubicación estratégica y la profundidad de su calado. Sus instalaciones y tecnología permiten recibir buques de gran calado que transportan hasta 24 mil contenedores. “Estos buques necesitan puertos de aguas profundas y al menos 15 metros de calado, algo que Chancay cumple de sobra”, explica el economista y profesor PUCP, Jorge Vega. Añade que “para China, Chancay es un punto de entrada y salida adicional en el continente que complementa su red de puertos a nivel mundial y lo posiciona como un enlace estratégico que permitirá reducir tiempos de transporte en casi 10 días, lo cual implicará una disminución significativa de costos”.

El Dr. Alan Fairlie, economista y director de la Maestría en Biocomercio y Desarrollo Sostenible de la PUCP, destaca que la ubicación estratégica de Chancay reduce la necesidad de utilizar puntos de conexión en Estados Unidos, agilizando el tránsito hacia destinos como Shanghái. “Esto consolidaría a Perú como un nodo clave en la región, actuando como articulador de carga para otros países. En América Latina, no existen puertos con esta capacidad operativa, lo que nos colocaría al nivel de los grandes puertos internacionales”, sostiene.

Potencialidades una megaobra

Esta megaobra, con una inversión total de US$ 3,400 millones –de los cuales US$ 1,315 se han destinado solo para la construcción de su primera etapa–, promete ser un nuevo motor para la economía nacional. De acuerdo con el Ministerio de Producción, se estima que el puerto y sus centros logísticos asociados en pleno funcionamiento (la obra completa se terminará de construir en el 2032), impacten en la economía peruana en unos US$ 4,500 millones anuales.

No obstante, para llegar a esta meta, no basta con la puesta en funcionamiento del puerto. Es necesario que Chancay se convierta en un centro logístico que dinamice el desarrollo de la industria, la minería, la manufactura y la agricultura. El Dr. Waldo Mendoza, ex ministro de economía y vicerrector académico de la PUCP, señala que si bien la inversión privada en esta obra de infraestructura es destacable, es necesario que también se vea acompañada y afianzada con una mayor inversión pública y privada adicional.

“Es urgente desarrollar más rutas de acceso carretero, ferroviario y/o marítimo de cabotaje que permitan superar los cuellos de botella que existen en la congestionada carretera Panamericana Norte, y su conexión con el centro y sur del país”, afirma Mendoza.

El reto urbano

Otro de los grandes desafíos es el impacto urbano en Chancay. De acuerdo al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), se estima que la demanda de viviendas en el distrito experimentará un crecimiento exponencial, multiplicándose por cinco.

El aumento de la actividad económica y el empleo, junto con la necesidad de más transporte y servicios y la falta planificación en el distrito, podrían generar caos en la accesibilidad, desorden urbano e inseguridad ciudadana.

Aunque se ha desarrollado un Plan de Desarrollo Urbano (PDU), de acuerdo a Elizabeth Añaños, arquitecta PUCP y vicepresidenta de la Comisión Consultiva para el Desarrollo de la Infraestructura Nacional (CCDIN), este instrumento de planificación urbana debió acompañar el proyecto desde el inicio. “Sin embargo, la elaboración del PDU recién comenzó el año pasado. Ahora, con el funcionamiento del puerto, todo el flujo desde Lima hasta Chancay cambiará completamente, y esto afectará las lógicas de transporte, servicios y vivienda”, explica.

Necesidad de articular

La puesta en funcionamiento del megapuerto nos confronta con una serie de vacíos institucionales como país. De acuerdo con el abogado y profesor PUCP, Pedro Gamio, este proyecto nos obliga a reaccionar y a salir de nuestro letargo, propone la creación de un grupo de trabajo que articule lo relacionado con el puerto. “Hay varias cosas que se están haciendo de manera desarticulada y dispersa. Es necesario un comité o un comando de acción de la productividad que ordene y vincule todas las iniciativas que tienen que ver con Chancay, y que interactúe constantemente con la empresa privada y la academia. Solo así podremos crear las condiciones para generar un nuevo modelo de industrialización en el Perú”, finalizó.

Es innegable que el puerto de Chancay representa una oportunidad para el desarrollo económico del Perú. Sin embargo, su éxito dependerá de una planificación integral que integre los retos logísticos, los impactos sociales y que impulse y equilibre las inversiones públicas y privadas necesarias. Asimismo, que impulse la conectividad y garantice que el crecimiento del puerto esté acompañado por un desarrollo económico y social ordenado y sostenible en la región.

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