#ActúaConVelocidad
Aprende a detectar un infarto cerebral y salva una vida
CONTENIDO PATROCINADO Producido para un anunciante que puede haber aprobado el contenido.
Redacción ContentLab
Noviembre 27, 2020
Un fuerte dolor de pecho suele ser, para la mayoría de personas, señal de un ataque al corazón. La asociación inmediata puede salvar una vida. No ocurre lo mismo con los accidentes cerebrovasculares (ACV): en muy pocos casos comienzan con un dolor de cabeza y los síntomas no son algo que la sociedad relaciona rápidamente con este padecimiento. “La diferencia entre la vida y la muerte, o quedar discapacitado, está en saber identificar los síntomas a tiempo, para ayudar a una víctima de un ACV a recibir rápidamente un tratamiento especializado”, explica el doctor Manuel Moquillaza, neurólogo intervencionista.

Mucha atención a la siguiente lista: disminución súbita de fuerza en la mitad del cuerpo (hemiparesia), asimetría del rostro y dificultad para articular palabras (disartria). Ahora, vuelve a leerla y memorízala. El ACV suele manifestarse con uno o más de estos síntomas. Es muy importante que la sociedad los relacione automáticamente con esta condición, así como asociamos el dolor del pecho con el ataque al corazón.

Hay dos tipos de ACV. Uno de ellos es el isquémico, que sucede cuando una arteria se obstruye e impide el ingreso de sangre al cerebro. Este representa el 85% de casos, según el doctor Moquillaza. El segundo ocurre cuando la arteria se rompe e inunda de sangre el cerebro, lo que se conoce como derrame cerebral. Curiosamente, el ACV es generalmente conocido con este nombre, cuando en realidad solo representa el 15% de casos.

Cuando una persona sufre un ACV, el umbral de tiempo para que reciba un tratamiento intravenoso es de máximo 4.5 horas. “No es lo mismo tratar a una persona con 30 minutos de síntomas de ACV que a alguien que los ha manifestado hace tres horas”, explica el doctor Moquillaza.

Mientras más tiempo pasa, son mayores las posibilidades de muerte y más las capacidades intelectuales y motoras que un paciente pierde.
Lograr atenderse dentro de esas primeras 4.5 horas es fundamental. Felizmente, ese fue el caso de Inés, una mujer de 82 años que vive en Chaclacayo. Una mañana, mientras veía televisión en su sala, empezó a experimentar dificultad para expresarse. La mitad derecha de su cuerpo perdió fuerza y también sintió que no tenía control de la mitad de su rostro, que parecía caer víctima de la gravedad.
Su hija estaba con ella y no supo identificar de inmediato los síntomas, pero buscó en Google rápidamente y encontró la respuesta: su madre estaba sufriendo un ACV. En ese momento recordó haber leído que en la sede de la avenida El Polo de la Clínica San Pablo había un equipo especializado en tratar este padecimiento. Subió su mamá al carro y partió a toda prisa.
La hora y el tráfico de la Carretera Central no ayudaron, pero tres horas y media después, Inés ingresó a la clínica. Estaba dentro del umbral de tiempo para ser tratada con el fármaco que la ayudó a eliminar el coágulo que impedía el tránsito de la sangre a su cerebro. Tras superar el accidente neurológico, Inés permaneció internada por una semana, antes de volver a su hogar y seguir con su vida.
“Ella es hoy una persona independiente y lúcida que se ubica en el tiempo y el espacio, pese a tener 82 años y haber sobrevivido a un ACV”, señala Moquillaza.
Cuando hablamos de un ACV, actuar con velocidad es cuestión de vida o muerte.
Los accidentes cerebrovasculares matan silenciosamente. No solo la edad es un factor de riesgo. La hipertensión, el tabaquismo, la vida sedentaria, el excesivo consumo de alcohol y la mala alimentación también aumentan las posibilidades de que una persona sufra un ACV.
Hoy, se suma un nuevo factor: la COVID-19. Investigaciones recientes han encontrado relación entre esta enfermedad y los ACV. Como explica el doctor Moquillaza, el nuevo coronavirus, además de afectar a nivel pulmonar, también ataca las arterias cerebrales. “Ya hay casos registrados de personas con coronavirus que debutan con ACV. No se trata de que en el futuro puedan experimentarlo luego de haber sufrido la enfermedad, sino que el ACV es el primer síntoma”, asegura el especialista, quien considera que, en este contexto, difundir los síntomas del ACV es más importante que nunca. “Debemos llamar a la ciudadanía a no esperar ni un minuto apenas se presenten los síntomas e ir al hospital o llevar a quienes estén sufriendo este ataque”, finaliza.

Recuerda esta idea: el ACV no se queda en casa. Ante la menor sospecha de un síntoma, la acción inmediata es la mejor decisión.

* Contenido elaborado con información proporcionada por el doctor Manuel Moquillaza, neurólogo intervencionista.

TE PUEDE INTERESAR

¿Sabes cuál es el tiempo límite para tratar el ACV?

Es importante detectar a tiempo un infarto cerebral para reducir las posibilidades de que dejen secuelas graves. Entérate de cuál es el tiempo límite

Sigue a Actúa con velocidad

Patrocinado por Actúa con velocidad
COPYRIGHT© ELCOMERCIO.PE – GRUPO EL COMERCIO
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

Editora general:
Jimena Villavicencio

Editora de especiales digitales:
Giuliana Dávila

Jefa de fotografía y video:
Nancy Dueñas

Diseño digital:
Ricardo Naldos, Joan Arquiñigo

Coordinador de especiales digitales:
Renato Girón

Cuidado de edición:
Pablo Panizo

Coordinadora fotográfica:
Lucía Ríos 
Share This